BRINDAMOS CON UN VINITO MENDOCINO

                                                

Ver para creer. La tecnología hizo que San Lorenzo pudiera mantener la esperanza de avanzar de instancia. Fue un grito de desahogo. Fue un grito con el alma. Fue un grito que encabezó Ruben Darío Insua y que, con sus brazos en alto y mirando a la platea, contagió a todos los hinchas. El 1-0 a Godoy Cruz le da esperanzas, lo llevó a cosechar su segundo triunfo consecutivo y a estirar la racha a ocho partidos sin perder.

Así es el Ciclón. No hay con qué darle. No le pidan que juegue lindo. No le pidan que goleé. No le pidan que sea agradable para los ojos de cualquier espectador. Pero le sobra ganas, entrega y el deseo de luchar. Luego de un flojo comienzo en la temporada, el equipo comienza a aparecerse a lo que pretende el Gallego. El ADN está ahí y, una vez más, los jugadores quieren dar batalla hasta que las oportunidades se agoten. Porque ellos saben cómo conseguir algo que parece imposible. De esa manera se metieron en zona de grupos de la Copa Libertadores. De esa manera fueron uno de los mejores clubes del año pasado.

Con la obligación de vencer para seguir con chances de clasificar a los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional, San Lorenzo tuvo un planteo más ambicioso al que suele implementar el entrenador. Buscando aprovechar el envión del triunfo contra Sarmiento, RDI paró por segundo partido consecutivo un 4-4-2 (también lo había hecho en el 1-0 con Independiente de Chivilcoy por la Copa Argentina) dejando atrás la línea de cinco y adelantándose unos metros en la cancha.

¿El Tomba? Consciente de ser el puntero en soledad de la Zona B y estar muy cerca de asegurarse su lugar en los playoffs (quedó a seis puntos de Defensa y Justicia con nueve por jugarse), no se desesperó en el Pedro Bidegain. Le regaló la pelota a su rival, trató de evitar sufrir con la verticalidad del Perrito Barrios por el sector izquierdo del ataque ajeno y buscó salir rápido de contra. Aunque careció de velocidad y precisión para llevar peligro al arco de un Facundo Altamirano que no tuvo demasiado trabajo.

Los envíos largos a Diego Herazo, quien no se destaca por su rapidez para picar al espacio, hizo que el conjunto azulgrana confundiera los caminos y chocara constantemente con una defensa bien paradita y disputa a sacrificarse para impedir que Franco Petroli corriera algún riesgo. Ante los inconvenientes, Insua tomó nota en el complemento y mandó rápidamente a Cristian Tarragona al campo en lugar del colombiano.

El cambio terminó siendo determinante para el resultado. A los 21 minutos, Cristian Ferreira, el dueño de las pelotas parada, tiró un centro, Gonzalo Luján peinó y el 9 la empujó al arco. Sin embargo, el línea N° 1, Maximiliano Del Yesso, levantó la bandera para anular el gol. ¿Qué pasó? El árbitro Andrés Gariano fue llamado por el VAR y la tecnología determinó determinó que el delantero estaba un pasito por detrás del último defensor de Godoy Cruz.

Así, el Ciclón sigue con vida y, para que el cierre de la fase regular tenga más morbo, se viene el clásico con Boca. 

LES DEJO EL GOL DEL CICLON