rezando un rosario se dio otro triunfo

 Fue una victoria trabajada. Fue el triunfo de un equipo con más obreros que capataces. San Lorenzo se puso el overol, se impuso a Rosario Central por la mínima y achicó la diferencia con el líder, River, que está a nueve puntos y el próximo fin de semana deberá visitar el Nuevo Gasómetro. A falta de cinco partidos para el desenlace del torneo, el equipo de Ruben Darío Insua no se resigna y mantiene con vida el sueño de dar pelea en la Liga Profesional.

Sin brillo, pero con una gran inversión de sudor. Así ganó el Ciclón. Así superó un difícil obstáculo. Así logró quebrar una racha adversa de cuatro partidos sin ganar por el torneo, con tres empates y una derrota. El primer tiempo fue muy discreto y cerrado: no afloró el juego asociado. El local tuvo algunas aproximaciones mediante acciones de pelota parada y envíos aéreos, pero careció de elaboración ante un adversario que procuró mantener el orden. Nadie se animaba a arriesgar. Y la pelota le llegó poco a Adam Bareiro. El Perrito Barrios, el futbolista más desequilibrante del conjunto de Boedo, fue el que más intentó, pero no encontró socios y por momentos le faltó un poco de acompañamiento en cada una de sus incursiones ofensivas. Un disparo desviado de Rafael Pérez luego de una serie de rebotes fue la situación más clara de San Lorenzo en ese primer tiempo. El Canalla, que sobre el final casi aprovecha un blooper defensivo del Ciclón, reclamó un supuesto penal de Gastón Hernández a Facundo Mallo, aunque no hubo infracción. Ignacio Malcorra intentó construir a espaldas de Jalil Elías y Francisco Perruzzi, quien llegó varias veces a destiempo y, una vez amonestado, jugó al filo de la tarjeta roja. 

El Ciclón tuvo un poco más de decisión en el arranque del complemento. Malcom Braida fue incisivo por la banda izquierda, Iván Leguizamón puso pimienta con sus desbordes. De esta forma, Barrios encontró más cómplices en sus aventuras ofensivas. Una vez que el Ciclón se puso en ventaja con gol de Braida, Miguel Ángel Russo desarticuló la línea de cinco en el fondo y sus dirigidos pasaron a defender con cuatro. Central se soltó un poco más y el dueño de casa achicó líneas hacia atrás para salir de contragolpe. Bareiro tuvo el segundo, pero no logró definir bien luego de gambetear al arquero Jorge Broun. Al rato, Augusto Batalla salvó a San Lorenzo con una gran tapada ante un disparo muy peligroso de Alejo Véliz. Más allá de esa acción, el equipo de Insua fue muy sólido y siempre tuvo superioridad numérica a la hora de defender. Además tuvo el mérito de bloquear a los lanzadores del conjunto rosarino para evitar que el visitante pudiese abastecer a sus hombres de ataque.

El Ciclón es un equipo firme, duro, fuerte. Un conjunto que defiende a punta de pistola. Lleva 15 partidos sin perder de local por la Liga, con 11 victorias uy cuatro empates. Y continuó con su despegue luego de golear a Estudiantes de Mérida por 4-1. Central, que suma 17 encuentros sin caer en el Gigante de Arroyito, es la contracara cuando sale de su estadio: acumula siete sin ganar de visitante, con cuatro igualdades y tres caídas.

Con orden, sacrificio y oportunismo para aprovechar sus momentos en el partido, San Lorenzo consiguió una vida más en el campeonato.


les dejo el gol del ci


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lon


                                       


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