Comimos calamares en su tinta

 

Así sí, San Lorenzo. Podrá costarle, retrasarse por inercia en algunos momentos y ser algo irregular, lógico porque el plantel -y el 11 titular- está compuesto en su gran mayoría por jóvenes, pero muestra buenas cosas y lentamente empieza a justificar más sus triunfos. Este martes a la noche contra Platense no fue la excepción: con un fútbol por momentos interesante y por otros práctico, sumó tres puntos clave para acomodarse en la tabla, seguir con el objetivo de engrosar el promedio y quedar a cinco unidades de la Sudamericana.

¿Por qué no ilusionarse y aspirar a más? Si sostiene este trabajo de hormiga...

 Acaso la deuda sea empezar a sostener las buenas asociaciones durante más tiempo: frente a un Calamar que careció de ideas para llevarle peligro a Batalla, en la segunda mitad se retrasó más en el campo y dejó de atacar con tanta gente. Instinto de supervivencia: tal es la necesidad de ganar que el propio DT metió mano en el entretiempo tras un gran PT para asegurar el cero en su arco (entró Giay por Martegani y armó una línea de cinco permanente), apostando a atacar menos pero con más precisión. 

 El todoterreno Elías formó un doble cinco con Méndez y juntos clausuraron el centro del campo, aunque resignando la posesión.

 Terminó siendo clave para San Lorenzo trasladar al marcador el buen trabajo hecho a lo largo de los primeros 45’: ese gol de Hernández (dos cabezazos en el área...) le dio tranquilidad y un empujón anímico para seguir apostando a lo mismo. Controlando la posesión con Méndez y Martegani -quienes se empiezan a conocer- y explotando las bandas con Barrios y Cerutti (figura total), para terminar con el goleador Bareiro.

 La clave pasó por el desnivel por afuera que generó el equipo de Insua: los creativos rápidamente buscaron a Fernández Mercau, el Perrito y el Pocho, cosa que rompió a un pobre Platense. Siempre con el respaldo de una última línea nutrida, que es de tres pero que por momentos se transforma en una de cinco: eso también les da libertad a Gattoni (otra vez como si tuviera 10 años en Primera) y Hernández para pasar la mitad de la cancha.

 Ahora bien, lo que no se resigna en este San Lorenzo es la entrega. Los aplausos de los hinchas son el fiel reflejo de lo trabajador que es este juvenil equipo (cinco de los 11 titulares más tres que ingresaron eran de Inferiores), que podrá tener sus defectos pero que transmite una sensación de que dejará hasta la última gota de energía en el campo. Por algo, cuando todo parecía negro hace unos meses en el CASLA, ahora hay una luz que ilumina cada vez más al final del túnel.

 Buen juego, garra, entrega... ¿Por qué no soñar?

LES DEJO LOS GOLES DEL CICLON 


                               



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