NO PONEN HUEVO ,NO PONEN GANAS POR QUE NO SE VAN TODOS A LA CONCHA DE SU HERMANA

 La cancha apenas tenía algunas personas ubicadas en sus lugares, cuando las voces de bronca comenzaron a escucharse. Mientras más se fue poblando el estadio, los cánticos eran más claros. El clima en San Lorenzo, luego de la prematura eliminación de Copa Argentina que se llevó puestos a Troglio y a Cetto sumado al pésimo presente futbolístico de los últimos años, era más que caldeado en la previa del duelo contra Platense

El que se vayan todos sonó cuando el plantel salió a hacer el precalentamiento y luego, sin los jugadores en el campo, apuntado a los dirigentes. Matías Lammens y Marcelo Tinelli fueron los que tuvieron canciones dedicadas y luego el repertorio se amplió con el característico “Boedo va a salir campeón, el día que se vayan todos los hdp de la Comisión...”.

De los players, el intocable fue Sebastián Torrico, quien recibió varias ovaciones en medio de los insultos generalizados. Detrás de él, Néstor Ortigoza y Ricardo Centurión fueron los que ligaron algunos aplausos en la previa y parecieron zafar del señalamiento de los hinchas. Así, en ese escenario de ebullición comenzó el partido.

De arranque el Ciclón, en esta ocasión dirigido interinamente por Fernando Berón, buscó plantarse cerca del arco de De Olivera, con el desequilibrio de Ezequiel Cerutti como arma principal. Así llegó el primer aviso, cuando apenas iban un par de minutos de juego. Llegó el centro desde la derecha, el despeje y Centurión, desde el borde del área remató, pero el palo le ahogó el grito.

Sin embargo, pese a la tensión que había en la cancha, el equipo local no se derrumbó y siguió buscando. Y a los cinco minutos, con la misma fórmula del Pocho por la derecha, llegó otra situación de peligro. Un mal despeje de Suso, una serie de rebotes y la avivada de Yeison Gordillo, que primereó al arquero, lo eludió y definió con el arco vacío.

Desde que Loustau pitó el inicio del encuentro, la gente se dedicó a alentar. De todos modos, el 1-0 le dio tranquilidad al equipo azulgrana. Si bien pareció desacelerar (o frenar esa desesperación inicial por buscar un tanto), siguió haciendo su juego. Al Calamar le costaba encontrar los caminos y, más aún, generar peligro cerca de Torrico.

En cambio, los de Berón se llevaban las chances casi por delante. Un centro atrás casi se mete tras la intervención de la defensa, al rato De Olivera tuvo que lucirse tras un cabezazo en contra de –otra vez- Suso y Cerutti que seguía endiablado... Platense tuvo la suya, cuando la bocha le quedó a Delgadillo, quien sacó un potente remate pero se encontró con el eterno Torrico.

El CASLA seguía manejando los hilos, Ortigoza cada vez se hacía más dueño de la pelota, jugando y haciendo jugar. Sacando a relucir toda su calidad, cerca del final de la primera mitad sacó un pase brillante para dejar solo a Bareiro, quien enganchó, se acomodó y definió muy bien ante la salida de De Olivera, rompiendo así el maleficio y siendo el primer delantero cuervo en convertir en 2022.

Durante el entretiempo, volvió a haber repudio del público para los futbolistas y los dirigentes. Ni siquiera el parcial triunfo lograba aplacar la bronca contenida de tantos malos tragos. Para colmo, pese a que San Lorenzo salió a jugar de la misma manera, Kevin Andrade marcó el descuento luego de una bocha al area que no pudieron sacar y pese a que Torrico volvió a lucirse para evitar el gol en un primer intento.

Los de Berón intentaron no dormirse y enseguida, chequeo de VAR mediante, Martegani avisó con un remate desde afuera del área que pasó cerca. Al rato, Centurión armó una gran jugada individual y, luego de una gran pared con Cerutti, definió de zurda y la pelota se fue pegadita al palo derecho de Tense.

Pero los cambios de De Felippe comenzaron a hacer efecto: el visitante comenzó a empujar, la defensa de San Lorenzo ya no mostró la misma seguridad que en la primera mitad y los partidos sin triunfos de los de Boedo empezaron a pesar en el inconsciente colectivo. Así fue que Platense llegó al empate, con una pelota a las espaldas de Elías, la cual aprovechó bien Brian Mansilla, quien definió al primer palo ante un Torrico que, a la espera del centro, no llegó a cubrir con sus piernas.

El empate hizo estallar nuevamente a los hinchas azulgranas. Todo el estadio entonó insultos a los jugadores, a los directivos y pidió por elecciones anticipadas. Mientras el partido se seguía jugando, el Ciclón ya no lastimaba como antes y Torrico volvía a salvar su arco, en dos oportunidades en una misma jugada.

Pasado esa tormenta que fue Platense en una parte del complemento, el equipo visitante se fue desinflando y el CASLA volvió a crecer. Incluso estuvo a punto de marcar el tercero cuando Bareiro, tras un centro de Elías, sacó un gran cabezazo que se le fue por arriba. Pero no hubo tiempo para más, aquel gran arranque se esfumó en el segundo tiempo y no pudo sostener el triunfo. Así, sigue sin ganar, el equipo fue despedido a puro silbidos y la crisis cada vez se profundiza más. Y eso la gente lo dejó claro en el Bidegain...


                                            


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