NI DE LOCAL PODEMOS RESCATAR 3 PUNTOS

 El empate fue un castigo para San Lorenzo. Y eso se vio reflejado en la decepción de los hinchas, quienes apenas escucharon el pitazo final de Darío Herrera se escaparon del Nuevo Gasómetro mientras la lluvia configuraba un panorama aciago de domingo triste y gris. Fue en ese momento cuando un canto contundente bajó desde las tribunas y expuso el disgusto del público: “¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!”

Al Ciclón se le escapó la victoria. La sensación que quedó flotando en el estadio luego de la igualdad fue casi de derrota. El equipo de Pedro Troglio pagó un precio muy alto por haberse replegado en el segundo tiempo. Luego de una primera etapa en la que habían sido superiores a Atlético Tucumán, el conjunto de Boedo trató de aferrarse a la ventaja. Y el Decano lo aprovechó: la línea de cinco que había mostrado en los primeros 45 minutos se desarticuló, terminó atacando con siempre con cuatro hombres como mínimo y el equipo se agrandó ante un San Lorenzo que le permitió hacerlo.

Si los tucumanos se aproximaron al arco de Sebastián Torrico no fue porque les sobraron ideas ni porque tuvieron fluidez desde la construcción del juego, sino porque el local se los permitió. Perdido por perdido, Atlético Tucumán se soltó, se envalentonó y, si bien mostró muy poco fútbol, afloró el espíritu y la actitud para empujar e intentar entrar al área contraria mediante la vía del juego aéreo.

San Lorenzo había jugado un buen primer tiempo. Troglio deberá trabajar para poder sostener ese funcionamiento durante el desarrollo completo de los partidos. El momento que atraviesa el equipo, con la confianza aún endeble, lo llevó a retrasarse. Pero en la primera mitad el Ciclón tuvo algunos buenos lapsos: ejerció presión en campo contrario, fue incisivo con un Adam Bareiro que tuvo mucha dinámica y ritmo en el ataque y también con un Ricardo Centurión que en el arranque del complemento no desaprovechó la oportunidad que se le presentó para convertir. Antes del gol, el local ya había generado tres situaciones muy claras que llevaron a lucirse al arquero Nicolás Campisi: dos de Bareiro y un muy buen cabezazo de Agustín Martegani.

Por qué después de ponerse arriba San Lorenzo no continuó con lo que le había dado réditos en el primer tiempo? El equipo no pareció haber sentido el desgaste físico, sino que se replegó porque afloró el instinto de conservación. Cuando eso sucedió, tanto Centurión como Bareiro y Nicolás Fernández quedaron muy desconectados del equipo, la pelota no les llegó y tuvieron que retrasarse para entrar en juego. Eso liberó a los defensores del Decano de las preocupaciones que habían tenido en un primer tiempo en el que los visitantes jugaron más atados, procurando mantener el orden pero sin tener peso, frescura ni soltura en los últimos metros.

Atlético Tucumán, que venía de sufrir tres derrotas consecutivas, tuvo un respiro, aunque igual suma 12 partidos sin triunfos de visitante, con dos igualdades y diez caídas. Y apenas convirtió´cuatro goles en ocho fechas. San Lorenzo acumula cuatro encuentros sin ganar de local, con dos empates y dos derrotas. La gente expresó su descontento: el equipo de Troglio no termina de despegar.

les dejo los goles del ciclon

                                             



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