DE NO CREER EMPATAMOS

 Estuvo más cerca de perderlo, pero también pudo haberlo ganado. San Lorenzo sufrió en La Paternal y tuvo que refugiarse en la seguridad de los guantes de Sebastián Torrico cada vez que se sintió acorralado, pero de todas formas dispuso de algunas situaciones de gol claras. Si bien hubo tramos del segundo tiempo en los que el Ciclón logró emparejar el trámite dando batalla en el medio, la realidad marca que Argentinos Juniors fue superior desde lo futbolístico, jugó más tiempo en campo contrario, intentó asumir el protagonismo, administrar la pelota y ser punzante.

¿Por qué esa supremacía en el desarrollo del juego n se vio plasmada en el resultado? El problema del Bicho es que se trata de un equipo con dos caras: el conjunto de Gabriel Milito está preparado para tener la pelota y de hecho tuvo un 65% de posesión. Es por eso que su rostro más atractivo se puede apreciar cuando ataca, pero también muestra facciones no tan agradables cuando tiene que defender. Al Ciclón le faltó elaboración, dividió mucho la pelota ante la presión alta que ejerció el Bicho, pero de todas formas tuvo situaciones claras de gol ya que de contragolpe aprovechó los espacios que dejó el local en el fondo.

San Lorenzo, que venía de sufrir dos derrotas consecutivas ante Gimnasia (0-1) y Defensa (3-4) y aún no pudo ganar en lo que va de la Copa de la Liga, no jugó bien, pero tuvo el mérito de no entregarse mansamente en ningún momento e incluso logró emparejar un poco más las acciones en el complemento. Argentinos, que venía de sufrir un duro golpe en el Cilindro contra Racing (0-3), tuvo reacción y volvió a mostrar la línea de juego que pregona el Mariscal, aunque le costó sostener el ritmo durante los 90 minutos.

Lo cierto es que fue un partido de contrastes. De un lado estuvo un Ciclón en formación, al que todo le cuesta mucho ya que de a poco va asimilando la idea de Troglio. Una idea que, por cierto, hasta el momento sólo se ha visto durante pasajes aunque nunca con continuidad durante el desarrollo de un partido. El Bicho, en cambio, es un conjunto que tiene una propuesta afianzada, con más rodaje y tiempo de trabajo. Y eso, lógicamente, se pudo apreciar con cierta nitidez en el campo de juego.

Ambos tuvieron chances. Es cierto que en el primer tiempo San Lorenzo se defendió muy atrás, quedó partido y le costó retener la pelota cada vez que logró recuperarla. Más allá de eso, Nicolás Fernández tuvo una oportunidad inmejorable para convertir tras una falla en la salida del rival, pero chocó con Federico Lanzillota, quien luego fue villano al tener una clara responsabilidad en el gol de Ricardo Centurión. Uvita luego dispuso de otra situación en el ST, cuando los cambios que realizó Troglio levantaron un poco al conjunto. Así y todo, las mejores chances siempre fueron del conjunto local: Gabriel Florentín se encontró dos veces con un Torrico que a los 42 años sigue vigente y que también se puso la capa de héroe al ahogarle un grito a Mateo Coronel Las intervenciones del arquero, sumadas a un insólito gol que se perdió Fausto Vera, le permitieron rescatar un punto, pero el equipo igual lleva 14 partidos sin ganar de visitante, con cinco empates y nueve derrotas.

A Pedro le queda mucho trabajo por hacer. Y se viene River


                                          




Comentarios

Entradas populares de este blog

EL CICLON SE ACORDO DE GANAR

NO SE PUDO DESCUBRIR AMERICA