AFUERA DE LA COPA MARADONA

 Y AHORA PORQUE JUGAMOS  

SE VIO A UN EQUIPO SIN IDEAS  Y SIN  RUMBO 

Se acabó la ilusión. O en realidad se había esfumado hace rato, poquito después de un sorteo que a San Lorenzo le fue muy favorable, tras la caída con Talleres y el empate con Colón con los que arrancó la Zona Campeón. Pero el fútbol está lleno de sorpresas y las matemáticas le daban algo de oxígeno. Hasta que Gimnasia lo frenó, le ganó 2-1, otra vez en su cancha, donde no pudo ganar ningún partido de esta fase, y lo dejó sin siquiera la oportunidad de esperar el milagro cordobés para llegar con chances a la última fecha.

La realidad es que lo del Ciclón anoche fue preocupante, por el juego y por la actitud. Faltó rebeldía, como para decirlo de alguna manera. El Lobo, sin figuras ni una superpoblación de variantes, por momentos se lo llevó por delante y lo hizo correr siempre de atrás.

En frío, con tiempo para el comienzo del nuevo torneo, habrá tiempo para evaluar que hubo muchas bajas por Covid-19, debatir el planteo inicial de Mariano Soso con un mediocampo solo con el Torito Rodríguez como hombre de marca o por qué empezó y terminó con Uvita peleando entre los centrales, con dificultad para ganar por arriba y sin poder aprovechar el desequilibrio que genera cuando encara desde afuera.

Otro tema es lo que se vio adentro de la cancha, desde el análisis estrictamente futbolístico de los 90 minutos. Una defensa insegura, que sufrió con cada avance de Contín y Eric Ramírez, el medio siendo un lugar de paso, sin marca pero tampoco generando juego, y un ataque que provocó peligro a cuentagotas y por meros arrebatos individuales... Un combo letal que concluyó en un mal partido general...