AHORA QUE ESTAMOS CON UN PIE AFUERA SE ACUERDAN DE GANAR

 

El Ciclón de Soso le ganó bien a Atlético y solo espera un milagro

Ante la responsabilidad de tener que ganar para darle forma al milagro deportivoSan Lorenzo no se escondió en Tucumán. No había opción porque Banfield se había ida lejos y, para llegar a la gran final de Zona Campeón, hacía falta respirar hondo, aguantar el calor del NOA y mostrar personalidad. CASLA lo hizo. Porque se bancó una torpeza de Salazar que casi le complicó todo, pero era una noche para soñar y así ocurrió. Nicolás Fernández, en el peor momento del juego, se metió en el cancha luego de una lesión que lo tuvo 11 meses afuera. Volvió en Tucumán. Y le puso el título a un partido que deja al Ciclón con vida gracias a un zurdazo salvador.

El camino se le había despejado desde el vamos al Ciclón, lo que no era poco para un choque de estrategas. Apenas iban cuatro minutos de juego cuando Alexander Díaz (cuando encara desarma cualquier muralla) enfiló a pura velocidad y gambeta. Cabral, fuera de tiempo, le hizo un penal tan claro como tontoÁngel Romero lo transformó en un gol que le dio aplomó al equipo de Soso, sobre todo porque tuvo unos 15 minutos de dominio, en los que Sabella y Torito Rodríguez tuvieron lucidez para administrar el juego.

Por supuesto que Atlético iba a reaccionar, y lo hizo más por empuje y pelotazos que por juego. Con la mole de Toledo como referencia de área, volaron hacia él tantas pelotas como esos bichos que coparon la noche tucumana. Lo durmió a Gattoni y el cabezazo le sopló la oreja al palo. Se le escapó a Sabella para que Monetti se luciera con un manotazo salvador. El Mono, también, tuvo el guiño cómplice del travesaño en un derechazo bomba de Acosta. Pero San Lorenzo no fue un invitado pasivo, pudo haber aumentado la ventaja porque manejó muy bien las transiciones.

Pero Salazar arrancó el ST con otro patadón, vio la roja y, de esa falta, llegó el puñal del empate, el que no le servía a ninguno. Atlético obligado fue, pero Soso movió el banco con Nicolás Fernández, que no jugaba desde febrero, se la jugó porque entendió que podían lastimar con las contras. Y no le pifió. El equipo reculó, y aguantó. Y con el delantero fresco, fue el mismo Uvita el que clavó el zurdazo de la esperanza. Luego, asistió a Ramírez para ponerle el moño al mejor regalo navideño para Boedo. Salió la Uvita tucumana.

LES DEJO LOS GOLES DEL CICLON

                                           


                                      

                                               




Comentarios

Entradas populares de este blog

EL CICLON SE ACORDO DE GANAR

NO SE PUDO DESCUBRIR AMERICA