3 AL HILO { INCREIBLE }

Ya está, dénle el premio a ése que está ahí. Al que le pega desde atrás de mitad de cancha, al que habilita al nueve para el empate o aprovecha como centrodelantero un desborde del que debería estar adentro del área. Se lo ganó. Lo del Romero enganche, el que luce con orgullo y merecimientos de sobras la 10 en la espalda, y fue partícipe más que necesario del triunfo cuervo en Paraná, es para el Óscar, no hay dudas...


Es verdad que San Lorenzo tuvo que sufrir bastante, arrancó perdiendo y recién pudo marcar la diferencia sobre el final del encuentro. Pero el arranque de la Copa Superliga es más que alentador para los cuervos: otro triunfo (el tercero en tres partidos) del trinomio interino mientras espera por Soso y se ilusiona con pelear arriba y, al menos, conseguir el pasaje a la próxima Copa Libertadores.
Es cierto que en el primer tiempo Patronato sacó chapa de dueño de casa: se plantó a jugar en campo rival e intentó manejar los hilos del partido, pero nunca pudo generar demasiado peligro. Apenas algunas llegadas aisladas que se toparon contra la seguridad de Sebastián Torrico. Sin embargo, casi sin haber pisado el área, logró ponerse arriba gracias a un gran tiro libre de Julián Chicco, quien colgó la pelota en el ángulo derecho del arquero mendocino.
Encima, durante esos primeros 45 minutos el Ciclón no pudo ser tan claro y tuvo que apelar mucho a los pelotazos cuando los hermanos Romero no se podían liberar de sus marcas. Sin embargo, Óscar empezó a dar muestras de que sería determinante: con una gran asistencia y un poco de ayuda de los centrales rivales, dejó solo a Adam Bareiro para que empardara la cuestión.
Para el segundo tiempo, la postura del equipo azulgrana fue otra. Mostró otra actitud, se paró más adelante y buscó el triunfo en todo momento, hasta que lo consiguió.
Es cierto que Pittón empezó a ser más importante en ataque, que Nacho Piatti, Gaich y Menossi aportaron aire fresco en ofensiva pero cuando se iluminó Óscar Romero, el CASLA fue cosa seria. El 10 se hizo dueño del partido, fue el gran conductor de su equipo y, a la asistencia a Bareiro del primer tiempo, le sumó dos goles en el segundo.
Primero aprovechó una gran jugada individual de Gaich y en su segundo personal lustró la lámpara: recuperó la bocha detrás de mitad de cancha, vio a Ibáñez adelantado y le pegó desde adentro del mismísimo círculo central. ¡Una Joyita!
No hay dudas, lo del 10 guaraní fue para la limousine, alfombra roja, frac de gala y fiesta a todo trapo. Después de tener que esperar su chance en el banco de suplentes en los últimos partidos, Tocalli, Romagnoli y Acosta decidieron darle la chance y Óscar pagó con doblete



Comentarios

Entradas populares de este blog

EL CICLON SE ACORDO DE GANAR

NO SE PUDO DESCUBRIR AMERICA