Empate en tucuman

A San Lorenzo le faltaba fútbol y carácter, podría decirse que ha recuperado ambas cosas. Lo que no consiguieron Jorge Almirón ni Juan Antonio Pizzi lo ha logrado Diego Monarriz en apenas dos partidos. El primero, el test ante Argentinos para aspirar a una confirmación en el cargo de deté; el segundo, anoche en Tucumán ante un Atlético que venía de cinco victorias consecutivas, que estaba a punto de meter punta de torneo y una racha histórica de seis triunfos consecutivos, y que se quedó bufando por el empate que le sabió a poco por todo lo que había hecho...

Van pocos minutos de partido y ya le duele la cabeza, pero no por el palmazo que se dio para que el volador invertebrado dejara de existir. Es porque San Lorenzo -ya oficialmente su San Lorenzo- no puede replicar en Tucumán lo que hace quince días hizo en el Pedro Bidegain ante Argentinos. Sobran luciérnagas extra large en el José Fierro, pero falta fútbol. Al menos del lado de su equipo. Porque Atlético sí sabe con la pelota. No brilla, pero intenta.Con un Castellani muy fino para atacar espacios con pases filtrados y un Guillermo Acosta desequilibrante, rompiendo líneas y cabeceando, además, un centro en el corazón del área, solito. Un testazo que Leandro Díaz terminaría redireccionando al gol, ganándole en el giro a Coloccini, dejando sorprendido y estático a Torrico. Una jugada que se gestó luego de una falta no cobrada a Óscar, que San Lorenzo protestó pero que el juez no cedió.

Monarriz se sienta. Habla con Tocalli. Sufre también en el segundo tiempo. Porque a pesar de que se encargó de reordenar las fichas, pese a que logró que los Melli le ganaran las espaldas al tándem Rojas-Erbes (luego expulsado por un fuerte foul al Romero de dorsal de 92), aun cuando el propio Ángel marcó el empate, se da cuenta de que Heredia, el mismo que había entrado por el lesionado Díaz, calibra el botín y clava un bochazo adentro del arco de Torrico. ¿Y entonces? ¿Qué hace? ¿Se resigna? No, ¿qué bicho te picó? Monarriz apuesta a más. Y manda a la cancha a Blandi por Ramírez. Se la juega. Y en la primera que toca, el excapitán convierte. Y hace gritar a Boedo. Y despierta el éxtasis en el ex volante creativo melenudo y devenido deté festeje por su apuesta táctica. Porque después de la demostración de fútbol anteArgentinos, en Tucumán su San Lorenzo exhibió carácter. Las ganas pudieron más para empatárselo a Atlético. Para soñar con un futuro mejor.  

les dejo los goles del ciclon