COMENZAMOS TOMANDO UN VINITO MENDOCINO

Para el infarto. Con un penal sobre la hora más que polémico.Aunque nadie le puede decir nada a este San Lorenzo de Pizzi que puso un equipo muletto y que fue muy superior a un Godoy Cruz que también llegó emparchado porque tiene la cabeza en la Copa. Lo buscó siempre el Ciclón.
La apuesta de Juan Antonio Pizzi para darle el primer acto a la Superliga fue bastante arriesgada. No utilizó ningún tipo de gris y metió un equipo totalmente nuevo con respecto al que había jugado en la semana por la Libertadores. Ahí, en la Copa, está la apuesta inmediata de San Lorenzo. Aunque si el equipo alternativo que el entrenador eligió mantiene el nivel que mostró en grandes tramos del partido ante Godoy Cruz, el pueblo azulgrana puede dormir tranquilo. El Ciclón fue claramente superior, sobre todo en la primera media hora, donde no paró de presionar alto, tener la pelota como se le antojó, pasar rápido al ataque con pases certeros. Le faltó más puntería. Porque el 1-0 con el que terminó el primer tiempo fue bastante mentiroso.
Para comenzar a sacarse dudas con respecto al mercado de pases, parece que fue un gran acierto apostar por Mauro Pittón. Tirado por derecha, fue un eje por el que pasó basta el juego de San Lorenzo. Hubo pequeñas sociedades con Botta (se apagó bastante) y con Gino Peruzzi, que pasó como una locomotora para tirar el centro atrás que primero no pudo conectar Alexander Díaz y que sí mandó adentro el Perrito Barrios con un dominio de balón y posterior definición de alto vuelo. Fueron 18 pases por toda la cancha, de izquierda a derecha, al centro, otra vez a la derecha mientras los jugadores del Tomba la miraban pasar. Golazo. Y eso que apenas iban cuatro minutos de juego y, en la segunda llegada (primero había tenido un cabezazo Díaz), el dueño de casa ponía las cosas en orden. Y no sólo eso. Sino que esa ventaja le infló el ego y el fútbol. Los números de este PT fueron contundentes: 68% de posesión y 85% de efectividad en los pases. Patrón total.
Lo inexplicable es que en apenas cuatro minutos, todo eso que había edificado el team de Pizzi en ese arranque se cayó a pedazos. Dos avivadas de Godoy Cruz, sobre todo en el empate, donde el Morro García, que había ingresado en el entretiempo, le tiró el camión encima a Reniero en la mitad de la cancha, le afanó la pelota y se la puso al vacío a Tomás Badaloni, que apareció totalmente en soledad para cruzar el derechazo. El llanto de Elías Pereyra cuando salió marcan un poco su gran descuido: se fue y nunca volvió. Y, encima, al ratito otro descuido, Navarro salvó dos veces hasta que Richard Prieto lo dio vuelta. De eso que parecía imposible, el fútbol parió otro partido posible. Había que pensar y cambiar. Y el Ciclón lo hizo.
Lo más importante es que mantuvo la cabeza fuerte. El Ciclón mantuvo la idea de ser protagonista. Siguió tocando la pelota. Y, desde afuera, Pizzi ayudó con los cambios. Apostó por el pibe Insaurralde y su buen juego en el medio y por el Pocho Cerutti para ensanchar la cancha. Sacó al insípido Botta -fue silbado- y a Pereyra. Y, de un centro de Cerutti, llegó por atrás Peruzzi para poner el justiciero 2-2. Y ahí nomás, el DT vio que había que ir por todo, que el equipo alternativo daba para más, y se le dio una chance al postergado Blandi. Y, sí, fue la llave que necesitaba, porque el goleador clavó el penal del final tras el sorpresivo fallo de Andrés Merlos. Pero CASLA merecía otro final. Estuvo en "a Prieto", pero no se quedó sin aire. Y se levantó a tiempo.
LES DEJO LOS GOLES DEL CICLON
                                         
                                        
                               
                                

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