Peor es nada

Apenas Renato Civelli hizo las maletas para mudar su altura a Niza, Simeone fue clarito: "Quiero un central". Desde entonces, hubo sondeos para nada exitosos por Fernando Ortiz y Mariano Echeverría. El Cholo, entonces, en su última conferencia del jueves, volvió a clamar por un zaguero, tratando de persuadir públicamente a Rafael Savino y una dirigencia que anda con antojo de que el técnico se arregle con Meza y Palomino, pibes del club que, para el DT, necesitan sumar experiencia antes de convertirse en primeros suplentes de la zaga titular conformada por Aguirre y Bottinelli. Mientras, en Grecia, el AEK Atenas le dio, en las últimas horas, vía libre a Nicolás Bianchi para que arregle su vuelta a Boedo, interrumpiendo el préstamo vigente (y ya abonado) hasta mitad de año, ya que el entrenador no lo tiene muy en cuenta "y le deben mucho dinero, así que existe la posibilidad de rescindir en cualquier momento", le contó a Olé Eduardo, padre y representante del canterano de Boedo.

¿Alcoyana Alcoyana, entonces? No es tan fácil el asunto. "Si me llaman y arreglamos... Por ahora no se comunicó nadie conmigo. Es cuestión de conversar", le dijo a este diario el defensor desde la tierra de más mitos, donde, de todas maneras, se encargó de aclarar que está "muy bien, y cobrando mucho más dinero del que ganaba en la Argentina. Pero si San Lorenzo me ofrece una buena renovación de mi contrato, que vence en junio, se puede llegar a dar la vuelta anticipada".

Bianchi sumó varios minutos en el AEK mientras el equipo disputó tres competencias (Copa griega, Europa League y Liga), pero desde que sólo quedó el torneo local, pasó al banco. "Igual, acá te perdés tres partidos seguidos pero de repente entrás de nuevo y jugás otros tres. No tengo problema con el tema de la continuidad. Además, estoy cómodo en la ciudad, con el departamento, y con la compañía. Hay muchos argentinos jugando acá, Blanco, Saja, Scocco, Araujo...", contó Nico, quien, para el Cholo, aparece como opción de reemplazo viable, ya que cuenta con 188 centímetros, ideal para suplir la carencia de altura dejada por la ida de Civelli. Además, ya trabajó bajo sus órdenes, por lo que al DT le será más fácil incorporarle sus pretensiones dentro del campo de juego, no importará tanto que el jugador no haya hecho la pretemporada.

"Yo espero que suene el teléfono", dijo, abierto, el padre. ¿Sonará