Menos mal que la gente no lo pudo ver

El amistosos entre San Lorenzo y Chacarita fueron a puertas cerradas. Menos mal. Al menos desde lo que mostraron los titulares de ambos equipos. Mucho toque en el medio, intento de posesión, pero poco revuelo en las áreas. De hecho, se contabilizan tres jugadas de gol por parte del equipo de Diego Simeone y dos por el de Fernando Gamboa. Muuuy poco, sobre todo considerando que el Cholo dejó en el banco a Bernardo Romeo y Emiliano Alfaro. A acelerar los trabajos ...







En ambición, San Lorenzo no mostró más que Chacarita. Cuatro defensores y cuatro volantes para intentar controlar al enganche (Morales) y los puntas (Nicolás Ramírez y Parra) visitantes. La intención de Simeone fue encontrar desequilibrio en los mediocampistas externos, algo que no consiguió ya que el Kily tuvo un duelo particular marcando a Zarif, mientras que a Sebastián González le quedó grande la pilcha de Rivero, quien, suspendido, no estará en el debut en Tucumán. Al menos, fue un aliciente el rendimiento de Aureliano Torres, firme en la marca e incisivo desbordando, contando con la débil oposición de una defensa con tres hombres. Claro, arriba Gómez molestó pero no lastimó, aunque mostró interesantes movimientos, lo mismo que Bordagaray, dueño de dos de las tres jugadas de gol: cabezazo afuera y tiro tras centro del Papu en el primer tiempo (en la tercera, el Pulpito remató afuera desde lejos, tras buena combinación entre Alfaro y Bordagaray). Prolijo pero pobre lo de Chaca: Migliore le sacó un mano a mano a Parra.